2.1.15

Respira hondo, continua, lucha, construye y todo llegará

Es como si en este pequeño instante supiera todo pero a la vez no supiera nada. La teoría es una maravilla que inventaron mentes privilegiadas, pero nunca inventaron una manera fácil de llevar a la práctica la teoría.
No puedo decir que me sienta triste, porque no lo estoy. Tampoco puedo decir que no lo esté, porque tampoco soy feliz. Me encuentro en un punto intermedio entre la tristeza y la alegría. Contradictorio en si mismo, pero realista. Me siento en paz sin terminar de estarlo, duermo bien 4 de cada 7 noches y sueño 6 de cada 7. Todo se magnifica.
Un día pienso una cosa, y al día siguiente otra, pero siempre llego al mismo punto. Positivismo y tiempo. La palabra clava: tiempo, pero el tiempo a veces es tan largo, tan cuesta arriba que piensas ¿por qué no me rindo? Será más fácil sí, pero ¿merece la pena el camino por la recompensa? Sí, sin duda.
Hace poco una persona me dijo que lo importante era que no perdiera la calma, que la calma es una bendición de la vida. Tiene razón, pero por mucho que me repito ten calma todo cambiará, no puedo dejar de pensar que también puede cambiar para mal, que quizás nos perdamos para siempre. Y cuando pienso eso, lloro e inmediatamente pienso que soy idiota, pero idiota rematada y que sólo debo creer en mi y en él, y que el tiempo nos diga todo lo demás.

La única conclusión a la que he llegado es que todas las mañanas me pienso repetir: respira hondo, continua, lucha, construye y todo llegará. Porque ¿sabeís? Todo llega para el que sabe esperar.



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