28.9.15

El amor no es justo, pero vale la pena

Volver al lugar donde todo había acabado nunca había despertado tantos sentimientos como en aquel momento. Habíamos vuelto, por masoquismo supongo, cada vez que habíamos decidido hablar de todo lo que nos pasaba. Esa vez, sin embargo, tenía un regusto amargo, cargado de malas vibraciones. Pensaba en la primera vez que todo se había acabado y no podía quitarme de la cabeza todos los motivos en los que había creído fielmente. Seguía haciéndolo, no lo había sabido hasta ese momento, pero seguía haciéndolo.
Llegó y se sentó a mi lado. Durante unos cinco minutos miramos únicamente al frente, no nos atrevíamos a hablar. Era probable que fuéramos a decir mucho más de lo que realmente nos merecíamos decir. Dolería, pero tarde o temprano sanaríamos porque lo que habíamos tenido hasta ese momento, desde el día en que todo había acabado sólo había sido para hacernos daño. Al final, comencé a hablar yo.

- ¿Recuerdas lo que te dije cuando nos conocimos?
- Me dijiste muchas cosas... - en ese momento me miró, sabía que me estaba mirando a mi y que había dejado de mirar al frente. Suspiré y le miré.
- Sobre el amor, lo que te dije sobre el amor.
- Me dijiste que el amor no era justo, pero que merecía la pena.
- He olvidado en que momento dejó de merecer la pena, ¿sabes? He dejado atrás todos los buenos momentos para recordar todo lo malo de estos últimos meses. No quiero, porque sigo queriéndote aunque no como antes, quiero conservarte en mi vida de una manera en la que podamos hacerlo bien, y te aseguro que no es como lo hemos estado haciendo.
- Nunca quise que nada fuera de esta manera, para mi no se acabó como se acabó para ti, ambos lo sabemos. Pero luego, cuando todo parecía que volvía a su cauce, pensé que quizás necesitabas sufrir un poco como lo había hecho yo. No fue venganza, fue...
- Fue orgullo.. y ha sido tu soberano orgullo el que ha cagado todo esto. Podría haber salido bien, podríamos haber dejado de ser egoístas, de pensar en el otro como el mal y verlo como el bien. No lo hemos hecho, y ha sido mierda tras mierda. He intentado mediar en todo esto, convencerme que todo iría a mejor, que realmente estábamos hechos para acabar juntos y no ha sido así.
- Lo sé, he sido egoísta, he sido egoísta con cada gesto, con cada desprecio. Te quiero, quiero que lo sepas, te quiero y no tengo ni puta idea de si podré olvidarte. Pero quiero que seamos felices, no es el momento joder, y duele.
- He llorado tanto, que no recuerdo lo que era reírme a carcajadas, lo he olvidado y no quiero olvidar cosas tan bonitas como esas. Me gustaría poder recordarte por todo lo que te he querido y no por todo lo que te he llorado. Necesitamos tiempo y espacio, sé que no lo quieres, pero lo necesitamos.
- ¿Tiene que ser de esta manera? Podemos hacerlo bien, puedo hacerlo bien.
- ¿De verdad?
- De verdad - le acaricié la cara y apoyé mi frente en su barbilla.
- No podemos hacerlo bien, no así, lo has dicho... no es el momento. No puedo seguir estirando una cuerda que se sujeta de un único hilo porque tarde o temprano va a romperse. Necesitamos perdonar y perdonarnos a nosotros mismos, entonces es posible que podamos hacer las cosas bien.
- No quiero esto, no quiero no tenerte en mi vida de ninguna manera - me acarició el pelo, como lo había hecho siempre, como si el tiempo en ese momento no hubiera pasado, pero lo había hecho. Había sido una gran tormenta, vendaval tras vendaval, gota a gota, cada vez más fuerte, hasta ese momento. Le cogí la mano, la apreté y la aparté de mi pelo mientras levantaba la cabeza.
- Tú no quieres esto, yo necesito esto. No quiero que me odies porque con el tiempo entenderás que esto siempre fue la mejor solución, desde el principio, para los dos. Me voy a marchar, con la distancia que necesitamos, es mejor que no hablemos, al menos hasta que uno de los dos este preparado para hacerlo. Estaré para lo que necesites porque no es un hasta siempre, es un hasta luego. Te lo prometo - me levanté, el cerró los ojos, le besé en la frente y me marché.
- Espera
- ¿Qué?
- Te quiero...
- Y yo, créeme. Pero no es el momento.

Después de aquello me fui y él no me siguió. Se lo agradecí, eternamente. Porque cuando supe que ya no me veía, que era imposible que me viera, me senté en un patio y lloré, lloré todo lo que me quedaba dentro, para que cuando me levantara de allí no quedara nada más que llorar. No fue así. Aquella noche lloré más, hasta quedarme dormida. Al día siguiente me levanté sabiendo que nada duraba para siempre, el dolor que sentía se pasaría y volvería a reírme a carcajadas. Se había acabado con un sabor amargo, pero se había acabado. Por fin.

No sé cuanto tiempo pasó desde que ella se había levanto para irse, no me levanté, no la seguí y no me arrepentí. Tenía razón, demasiado dolor innecesario por ser egoístas y si quería dejar de serlo tenía que quedarme allí, volver a casa y afrontarlo  mi manera. No pude llorar hasta aquella noche. Me tumbé a dormir, derrotado y no me dormí. Mire al techo y lloré. No sé cuando dejé de hacerlo porque debí dormirme. Al día siguiente me sentía roto, roto por dentro y por fuera. Mire el móvil unas trescientas veces sabiendo que allí no habría nada que me interesara, ella no me hablaría. No lo hizo. Sabía que con el tiempo nos perdonaríamos, a nosotros mismos y el uno al otro, hasta entonces, el duelo era conmigo mismo, solo, sin nadie más. No era justo, porque como ella me dijo, el amor no lo era, pero había merecido la pena, cada segundo sin excepción.



I.





14.9.15

You are my person, you will always be my person

Estaba pensando mientras volvía a casa en recordarte todo eso que ya sabes pero que nunca está mal recordar. La sorpresa me la he llevado yo porque, no se si porque telepaticamente nos hemos comunicado, me has escrito todo eso que sé de sobra pero nunca esta mal recordar.

Han pasado demasiados años, crecimos a destiempo y en algún momento de golpe, sin dejar jamás de ser dos niñas en los momentos que lo merecían. Hemos pasado demasiados momento aunque lo mejor siempre esta por llegar porque nosotras siempre sumamos y jamás hemos restado la una al lado del otro.
Siempre me sorprende cuando la gente va a la universidad con la idea de encontrar amigos, esos que serán los amigos para toda la vida, cuando yo nunca pensé de esa manera. Si te tenía a ti, no hacia falta nada más.
Te hiciste la hermana que nunca tuve en el momento en que estudiar por teléfono en tiempos difíciles era nuestra solución, en que decirme lo que te pasaba era algo idiota porque yo ya lo sabía y era consciente de que no querías hablar de ello. Todas las sonrisas y las risas que nos hemos regalado, y todas las lágrimas que siempre han sido más de felicidad que de tristeza. Cada golpe ha sido más fácil porque pasará lo que pasará nos tendríamos la una a la otra. Y nadie más que tú me ha demostrado que no todo resbalón significa caída y que la vida a risas es mucho más vida.

Hemos superado el cambio del colegio a la universidad, no sólo hemos sobrevivido, hemos aprobado con matrícula. Seguimos y sumamos cada día lo que otros nos restan por el motivo que sea.
Siempre pondré la mano en el fuego sabiendo que no me quemaré, lo hice una vez y lo haría todas las veces que hicieran falta.

Eres mi persona, y creo que te lo expliqué, pero por si a caso (https://m.youtube.com/watch?v=w8IY63mbPao , https://m.youtube.com/watch?v=-ns9sx9miYo) . Por alguna extraña razón me enamoré tanto de esta serie, como de nuestra amistad.


No te cambio por nada, porque contigo soy mejor persona, porque contigo soy quien soy y nada más, sin máscaras, sin vendas. Puedo ser débil porque no importa como esté,  importa quienes somos.

Nunca pidas perdón, 
porque si tu me debes a mi,
no puedo imaginarme todo lo que te debo yo.

Te quiero como siempre, 
porque no creo que pueda quererte más,
aunque siempre pueda quererte mejor.

I.





10.9.15

Eres un todo constante

Eres todo lo que no dices. Y mientras callas, dentro de ti se va forjando, pieza a pieza, muros inmensos de todo lo que es mejor guardar, bajo llave, porque si salen es probable que se declare la tercera guerra mundial. La tercera guerra mundial de sentimientos a flor de piel.

Cierras los ojos y respiras.

Los abres, esperas un "no se que" pero no está. Y los vuelves a cerrar, respiras más fuertes y los abres sin esperar que suceda nada.
Caminas, paso firme, cabeza alta y aguanta las lágrimas.
Porque si lo dices el mundo se parara durante unos segundos y vibrará. Y luego... o dejareis de ser lo que habeis sido o todo continuará como si nada. Como si todo lo que se dice se evaporara de principio a fin. Como si nada fuera más real que cuando está dentro de ti. 

Entonces, todos los poros de tu piel piden pausa, sin remedio. No hay pausa que valga, jamás. 
Cierras los ojos y piensas que no merece la pena.
Eres mucho más que un momento, eres un todo, un todo constante. Abre los ojos, sonrie y sigue. Sigue de verdad, amarrate fuerte y tira, de donde sea. 

Nada es más real que cuando se hace realidad.

I.

8.9.15

AUTUMNTHON 2015

He decidido apuntarme a una iniciativa de lectura para este otoño, la cual, además, me vendrá genial para no abandonar todo lo que tenía pensado, porque soy un verdadero desastre (ya he empezado a no cumplir ciertas cosas que me propuse). Esta propuesta la organizan estos tres blogs: Imperfect books, La búsqueda de papel y Lectora de 1994. La iniciativa no la descubrí por este blog sino por instagram, vi la foto de la iniciativa y me dije ¿por qué no? 
Aún no he decidido que libros leeré para cada una de ellas pero todas las premisas me gustan y (creo) que las puedo conseguir. Tendré que echar un vistazo a mi lista interminable de libros pendientes. 
La iniciativa comenzaba el 1 de septiembre y acabará el 1 de enero, hay tiempo de sobra para conseguirla si uno se lo propone y espero que la universidad no me quite demasiado tiempo como para no poder leer todo lo que me gustaría. Además, sortearán 15 € en bookdepository, para ganarlos se tendrán que cumplir unos requisitos mínimos que dejo a continuación:
*Mínimo 10 participantes para que se realice el sorteo.
  • Seguir a los tres blogs (Imperfect books, La búsqueda de papel y Lectora de 1994).
  • Hacer una entrada con la iniciativa dónde pongáis las premisas que vayáis cumpliendo.
  • Cumplir al menos 10 de las 15 premisas (para comprobar que las premisas se cumplen en la entrada de vuestro blog, poned el enlace de la reseña).



BANNER AUTUMNTHON.png



Las premisas del maratón son:

1. Libro con la portada negra (nos gusta lo oscuro).
2. Libro en el que haga frío (queremos fresquito ¡Ya!).
3. Libro con más de 400 páginas (un tocho, vamos).
4. Libro con la portada verde.
5. Libro con un título largo (6 o más palabras).
6. Libro donde un personaje haya estado enfermo.
7. Libro con una portada bonita.
8. Libro con un árbol en la portada.
9. Libro en el que haya un romance.
10. Libro con menos de 250 páginas.
11. Libro en el que salga un animal (no sirven personas que lo parezcan).
12. Libro con un protagonista masculino (y a poder ser sexy jajaja).
13. Libro clásico (cada uno lo que considere clásico).
14. Leer un libro pendiente de hace mucho tiempo (que esté con polvo y todo en la estantería).
15. Libro con una adaptación cinematográfica o de televisión.


Espero poder conseguirlo, confio en mi misma.

I.

4.9.15

La verdad nos hará libres

La verdad era todo lo que nos quedaba en aquel momento. Una verdad que no dependía de uno mismo sino de todos los demás. Porque al final todos veíamos lo que queríamos ver. Creemos que nos decimos constantemente la verdad, pero no es cierto. Nadie es más ciego que el que no quiere ver. Es posible que me hubiera cegado durante tanto tiempo que la verdad hubiera pasado a un segundo plano. Yo, que era una auténtica defensora de la verdad, de la sinceridad, de decir siempre lo que uno pensaba.

A veces era mordaz, otras irónica, y un largo etc., si me preguntabas te decía la verdad doliera o no, eso sí, preguntaba si querías oírla. No siempre estamos preparados para oírla. Posiblemente, fue lo que me había ocurrido a mi durante todo ese tiempo. No es que no la supiera, la sabía. Era que no quería oírla para tener que hacerla real.
Las decisiones que necesitan de la verdad, son tan difíciles de tomar. No porque no se desee, sino porque nunca se está preparado del todo para embarcarse en un nuevo camino.
Empezar de nuevo es volver a acostumbrarse a todo aquello que ya teníamos como un hábito. Su risa, sus abrazos, sus manos al juntarse con las nuestras, las mañanas y las noches, las discusiones y como arreglarlas, los silencios y hasta el mínimo detalle más insignificante. Decidir empezar es volver a conocer, volver a sentirse confundido y volver a disfrutar con los principios tan maravillosos.

La verdad, es que comenzar no estaba mal, solamente asustaba de una manera brutal. Es sentirse vulnerable otra vez. Es como cada vez que te montas en una montaña rusa, sabes perfectamente que te va a gustar, merecerá la pena una vez estés arriba del todo, bajando y subiendo, sintiéndote libre por momentos, feliz en otros, es que se encoja el estomago cada vez que ocurra aun sabiendo todo lo que vendrá (o no).
La verdad no me destrozó en pedazos, sólo me empujó a tomar las decisiones adecuadas. En todos los aspectos de mi vida. La verdad también me enseño que todo lo que en esta vida merece la pena de verdad, asusta. Todo lo que nos hace sentir un poco más nosotros, nos hace sentirnos débiles en muchos momentos. Perderse es siempre el camino correcto para finalmente encontrar todas las piezas que encajan.

Por eso me dije: piérdete al menos una vez al día, asústate y siéntete débil, porque los valientes llenan su fortaleza de todo aquello a lo que deben enfrentarse.

Por todos los miedos que un día nos harán más nosotros.

I.






A todos los comienzos que hoy empiezan





Los comienzos nunca fueron fáciles. 

Llevo deseándolo desde que lo pensé. Desde que lo pensé de verdad y lo imaginé haciéndose realidad. No lo hago por lo que pueda ser, sino por lo que me va hacer ser a mí. Hago tangible algo que me hace feliz y nunca había sido consciente de que realmente era así.

Decidí empezar en septiembre porque es mi mes, no tengo ni idea de porque lo es. Para mi el año empieza en septiembre y no en enero. Para mi septiembre siempre significa volver a empezar, una oportunidad más para ser un poco más felices. También puede ser porque durante este mes me hago más mayor, sumo pero también resto. No sé que tiene este mes que no se hace cuesta arriba, todo me sabe mejor, más fácil (luego todo se tuerce, nunca demasiado).
Me hubiera gustado empezar el 1, como dios manda, pero como bien saben los que me conocen desastre es mi segundo nombre. También prometí hacerlo ayer, pero me excusé. Posiblemente sea miedo porque con esto me propongo mucho más que escribir, mucho más. Porque con esto quiero ser cada día un poco más lo que deseo ser y no todo el mundo sabe. 
Dejaré una parte de mí cada día.

No sé muy bien que será, pero nadie debe permitir no hacer algo por tener miedo a lo que pueda ser. Eres lo que eres ahora, no dejes de serlo, haz todo lo que puedas para que cada día sume y jamás (es mucho tiempo) reste.

Y yo, prometo hacerlo, todos los días.

Bienvenida/o a todos los comienzos que hoy empiezan,
I.