30.9.14

Segundas oportunidades

Las cosas jamás son como imaginamos. Hoy queremos una familia y una casa, un trabajo estable y ser felices. Otro día queremos el trabajo de nuestra vida, viajar, disfrutar de la vida y jamás dejar de soñar. Hoy necesitamos alguien pero al día siguiente no. Tomamos decisiones que de corazón sentimos que son las correctas en ese momento. Nos equivocamos.
Pero, hoy, todo se reduce a una pregunta ¿Se siente o no se siente? Si todo fuera tan fácil... no me sentaría en este momento a escribir palabras que en gran parte estas llenas de un dolor extraño. Podría denominarlo como una frustración más que un dolor, pero no deja de pellizcarme el corazón cada vez que me giro y te siento a kilómetros del mundo, a kilómetros de mí. Sólo soy capaz de pensar que tan mala he podido ser para que una persona que sigue siendo parte de mi corazón no consiga estar ni 5 minutos en mi presencia sin otras personas. 
Juro que intento comprender porque todo lo que creía que era lo que deseaba, cada día se disipa en pequeñitos pedazos dejándome mayores dudas, mayores temores.

Entonces.. si todo es sentir o no sentir ¿por qué te echo de menos? ¿por qué quiero que no te rindas y sigas luchando por mi? Quizás sea egoísmo, y quizás sea esperanza de que el futuro siempre puede ser mejor, que ambos podemos ser mejor.